domingo, 22 de octubre de 2023

En dominio del equilibrio




Por Ana Sofía Camarga

El público mira la llovizna caer y formar charcos en el patio de La Manzana mientras espera con ansias que inicie el performance. Cuando finalmente abren las puertas del salón, las miradas recorren con curiosidad el espacio en penumbra. En un extremo, cuelga del techo una construcción con aspecto de espina dorsal de tubos de PVC blanco. En el centro, hay una telaraña de cuerdas y nudos a un metro y medio del piso, entre el zócalo y el muro. En el otro extremo, un marco de acero inoxidable hace las veces de bastidor para una lona blanca cubierta por otra red de cuerdas.

Este inusual montaje le da la bienvenida a la audiencia a Soft, interpretado por la bailarina italiana radicada en Panamá Eleonora Dall’Asta, este pasado 20 de octubre.

El cuerpo se recuesta sobre el apoyo de los tubos bajo la luz fría de una lámpara LED. El balance es frágil pero el dominio del cuerpo sobre este es evidente mientras el público contempla cautivo desde el piso cómo Dall’Asta sube sin arnés por las «vértebras» que cuelgan del techo. La mirada de Dall’Asta es indescifrable, de una elegancia estoica, mientras usa sus piernas, torso y brazos para trepar. La luz la sigue cuando baja de las vértebras de PVC y se sube al zócalo del muro tras las cuerdas. Me recuerda un ring de boxeo, excepto que acá teje y desteje su cuerpo entre los nudos de las cuerdas.

Su cuerpo es una herramienta de exploración espacial que atraviesa esta instalación industrial. En un momento, se «amolda» en el riel de la viga de la columna del muro, y me siento identificada, en un sentir de cómo nos encogemos para encajar en esta sociedad hegemónica. Luego, continúa escalando el muro contiguo, donde hay otra serie de cuerdas extendidas. Es importante destacar que las cuerdas no están tensas; es Dall’Asta quien, con su cadera, sus pies, sus brazos, en distintos puntos de apoyo, la tensa para poder ser sostenida.


Esta obra propone un equilibrio precario que, sin embargo, Dall’Asta domina con mucha naturalidad y fluidez. La pieza traduce en estos ejercicios de balance la frágil interacción que sostiene el cuerpo en el espacio, contra la gravedad y los obstáculos físicos de un mundo cada vez más industrializado.

Una vez más PRISMA—Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá nos acerca a una novedosa propuesta que sale de los paradigmas clásicos y plantea la danza como una disciplina fluida que nos confronta con la materialidad del cuerpo en el espacio.


Fotos de Edouard Serra

Ficha técnica de la obra:


Este blog lo edita Salvador Medina Barahona con la colaboración de




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