lunes, 23 de octubre de 2023

«¡Si el sol se apaga, todos los planetas morirán!»



Por Alex Mariscal

La tarde del sábado 21 de octubre, en la sala de Fundación Espacio Creativo (FEC), en Avenida B, dos astrofísicos iniciaron una conferencia ante un grupo de niños, con la mirada atenta de los adultos. Preguntaron sobre las estrellas y los planetas. Los niños, indiferentes al inicio, fueron poco a poco interesándose en compartir sus genuinas sabidurías. Hablando del sol y la luna uno dijo: «el sol sale de día y la luna de noche». Otro comentó: «si el sol se apaga se mueren todos los planetas».

Cuando las mentes de los niños empezaban a debatir sobre los temas de la galaxia y del universo, el ruido de una nave espacial y el humo del descenso cercano interrumpieron el conversatorio.

En medio del humo apareció una silueta que apenas podía distinguirse entre la densidad de la brumosa luz causada por un octaedro de led celeste, que creó, «refractada» en el humo, una atmósfera inquietante y de suspenso.

Al disiparse un poco la humareda, pudo visualizarse un humanoide vestido de astronauta. Este, que después resultó ser ella, muy tímida al principio fue explorando el lugar y sus habitantes. Al irlos reconociendo, y al estos darle confianza, los fue metiendo en el juego de entrar a su nave, ese octaedro que, al tacto, reproducía música sobre sus vértices.


La astronauta, interpretada por Nora Baylach, logró introducir a adultos y niños en su nave. Con maestría y experiencia de actriz, técnica de payaso y mimo, además de su destreza en el movimiento del cuerpo, termina sumando a todos a una gran celebración: la celebranza (celebración que es danza) del contacto con estos terrícolas que encontró la viajera.

La Web describe Cometa, estrenada el 26 nov 2021, como un solo para niños de escuela primaria (de entre 6 y10 años). Un excelente trabajo de empatía, destreza corporal y vínculo con los espectadores. Y agilidad para improvisar ante cada sorpresiva intervención de los niños.

Ciertamente, Cometa, con coreografía Roser López Espinosa, supo ganarse el alma de los asistentes y mantenerlos atentos. Los adultos en la sala también volvimos a la infancia: sacamos nuestro niño interior y disfrutamos a esa viajera de otros mundos. Fascinados, terminamos bailando en la fiesta dentro de su nave, hasta que la astronauta, sin avisarnos, volvió al lugar de donde vino.



 Fotos de Edouard Serra

Ficha técnica de la obra:


Este blog lo edita Salvador Medina Barahona con la colaboración de




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Parodiando la vida que nos toca vivir

por Alejandro Schoffer Kirmayer Cierre por todo lo alto de PRISMA – Festival Internacional de Danza Contemporánea de Panamá en el Teatro N...